miércoles, 22 de mayo de 2013

Pirámide de la actividad física.
Estamos en una época donde se impone el sedentarismo como forma de vida. Trabajos cada vez menos duros físicamente, tecnologías que nos ocupan nuestro tiempo de ocio, medios de trasporte, etc. Esto hace que nuestra salud se resienta gravemente, ya que nuestro cuerpo está adaptado al movimiento. Nuestro organismo llega a tolerar grandes cargas de trabajo físico pero, desgraciadamente, no tolera la inactividad. Quien no se mueve tarde o temprano (cada vez más temprano) enferma. Enfermedades como el estrés y la depresión están muy ligados a la falta de actividad física, por no decir la obesidad, hipertensión, arteroesclerois, artrosis. Muchos de los síntomas del envejecimiento (pérdida de fuerza, dolores articulares, deformación de la columna vertebral, menor movilidad articular, pérdida de capacidad pulmonar e incluso falta de memoria), son en realidad consecuencia de la falta de ejercicio... ¡lo que no se usa se pierde!. ¡Estamos rodeados de jóvenes encerrados en cuerpos de ancianos!.
Por ello, especialistas en la salud, han publicado pirámides de la actividad física en un intento de educar a la población en general. Es orientativa y nos da una idea nuestras carencias para compensarlas. Ya véis que andar no basta (podría ser un buen comienzo para reencontrarnos con el ejercicio, pero ¡no nos quedemos ahí!) Nuestro cuerpo tiene capacidad para mucho más y si lo queremos cuidar, tendremos que explorar esas capacidades. Eso si, acudamos a profesionales que nos orienten, pues el riesgo de lesión existe.
Mucho ánimo.

jueves, 2 de mayo de 2013

Importancia del trabajo del equilibrio en niños y adultos.

El equilibrio es, junto con la coordinación, una habilidad física de vital importancia en la condición motriz. Su trabajo es vital en cualquier época de la vida, pero aún más en la infancia.
El trabajo del equilibrio implica muchos sistemas del organismo, casi todos ellos de naturaleza neuronal:
-  El oído interno, que informa al cerebro de la posición de la cabeza con respecto al cuerpo.
-  El sistema nervioso central (cerebelo, responsable de coordinar movimientos que nos permiten no caernos, espina dorsal, responsable de los actos reflejos, cerebro, que nos permite aprender patrones de movimientos y técnicas que Luego aplicaremos…).
-  Sistema propioceptivo: Son unas terminaciones nerviosas que tenemos en las articulaciones, en los tendones y en la piel que nos indican la posición relativa de nuestro cuerpo y su estado de reposo o movimiento.
-  La vista, que nos da una referencia espacial (¡intentad hacer equilibrios con los ojos cerrados!).
-  Musculatura profunda: Músculos estabilizadores que difícilmente se tonifican con un trabajo dirigido.
Por todo ello no es de extrañar que el trabajo de los equilibrios haya trascendido de la clase de educación física y se use en otros ámbitos:
-  Fisioterapia: Para rehabilitar lesiones articulares (por la estimulación propioceptiva ya comentada).
-  Psicopedagogía y estimulación temprana: Por su incidencia sobre el sistema nervioso y la posible transferencia a aprendizajes de otro tipo.
-  Deporte: Como método único de evitar lesiones.
-  Geronto-gimnasia: Tanto como método de evitar caídas como una forma especialmente eficaz de ralentizar el envejecimiento neuronal.
-  Educación física: Para aumentar el bagaje de destrezas motrices del niño.
Por supuesto, en cada ámbito se usarán métodos distintos.
En el deporte se usan bases inestables como bosus o pelotas gigantes, ya que el trabajo propioceptivo es prioritario. En geronto-gimnasia  se vuelven prioritarias las medidas de seguridad, etc.
En educación física escolar, intentamos recoger los beneficios de este tipo de trabajo añadiendo el aspecto lúdico. Se hacen circuitos, juegos donde se ponga en juego el equilibrio tanto en estático como en movimiento, usamos bases inestables (pelotas gigantes de varios tamaños, zancos, sacos…), aprendemos a patinar, etc.