lunes, 1 de diciembre de 2014

Ejercicio y culto a la imagen.

Desde muchos sectores se vende al ejercicio físico y al deporte como un método para conseguir una imagen corporal determinada. Es una visión consumista por la que apuestan muchísimos gimnasios, libros, teletiendas…  Posiblemente dé mucho dinero, pero aporta muy poco  a las personas que se apuntan a esta tendencia.

Debemos luchar por una cultura física desvinculada del culto a la imagen.  Tenemos razones más que suficientes para ésto:

-       La eficacia del ejercicio para moldear el cuerpo es más que discutible. Hace tiempo que se sabe que la grasa no se pierde de forma localizada. Además, los cambios físicos requieren un tiempo lo suficientemente largo como para desanimarnos en nuestra práctica.

-       Se fomenta estereotipos físicos, lo que no hace ningún favor a nuestros adolescentes. Una cosa es tener un cuerpo saludable con el que me sienta bien (y, por qué no, atractivo/a) y otra bien diferente, es parecerme a tal o cual personaje, o “meterme en una talla” como si se tratara de un objetivo.

-       La gran mayoría se desanima con este enfoque, pero hay una minoría, que puede llegar a tener problemas psicológicos derivados de la imagen (vigorexia, anorexia…).

-       Es difícil divertirse con este enfoque.  Ya hemos dejado claro que el aspecto lúdico es esencial a la hora de hacer cualquier tipo de actividad física.

-       Se puede incurrir en prácticas perjudiciales: Sobreentrenamiento, al ver que no conseguimos nuestro objetivo; falta de constancia (todos vemos que los gimnasios se llenan en una época determinada, y se vacían en otra); entrenamientos desequilibrados (pasarse el día, por ejemplo, haciendo abdominales); consumo de esteroides anabolizantes; dietas desequilibradas (muchas de ellas salen de los gimnasios); gastos inútiles (en suplementos que no sirven de nada, cremas, aparatos de gimnasia…).

Por ello es importante que desde el ámbito de la Educación Física se fomente un ejercicio saludable, divertido y no consumista.


Es una tarea difícil, pues son pocas las instituciones que van en esta dirección.